Todo inició hace 12 años con una idea de amigas tímidas, teníamos cero contacto con la humanidad (bueno si, pero lo mínimo) y pretendíamos que podíamos iniciar nuestra tienda, si, una tienda en donde tendríamos que compartir con gente y hablar, hablar, hablar. No se por qué, pero no nos pareció imposible al contrario nos aventuramos.
Inició justo cuando entramos a la Universidad, eramos muy niñas no pensamos que la escuela nos consumiría todo nuestro tiempo y el hacer pulseras y pompones pasaría a segundo plano.. o al menos Alejandra si lo pensó y al poco tiempo decidió dejar nuestro emprendimiento (que en aquel entonces no se le llamaba asi tan bonito) para continuar al 100 con sus estudios.
Ya llevaba un par de años, así que de a poco deje de tener vergüenza y ponerme nerviosa fue por ello que no me dolió tanto la partida de Ale, seguí por mi cuenta, igual y nunca estuve sola, siempre alguien de mi familia o novio en turno me acompañaba a vender.
Solo vendía en ferias una vez al mes, así que tampoco requería de un esfuerzo máximo, lo bonito era mantener esa magia y ventas en el mundo online que me permitían seguir con mi vida común y corriente y dedicarle el poco tiempo que tenia a lo que realmente me gustaba: tejer, coser telas y diseñar.
Siempre estuvo a mi lado, avanzaba en los proyectos mientras cambiaba de una clase a otra, llegue a tejer con 2 lapices cuando olvidaba mis agujas, solo ahorraba dinero para comprar materiales, expositores, mandar hacer tarjetas, calcamonias, etc era el lugar donde me sentía segura y me sentía feliz. siempre recibí palabras bonitas sobre mi proyecto, siempre buena vibra, lo protegía mucho.
Paso el tiempo, se acabó la escuela, trabajé, me mudé de casa, me enamoré, me casé, tuve una hija y que creen? sigue a mi lado, es mi zona de confort, el espacio en el que puedo perderme cuando me siento estresada, sola, feliz o triste. No fue un proyecto de pubertad, Sigo visitando ferias, vendiendo online, superé mis miedos y comencé a dictar talleres en donde enseño para que esto crezca y no muera, descubrí que es un modo de vida, el no dejar pasar un día sin tejer, sin leer sobre el tema, sin aprender nuevas técnicas, me apasione por los hilos se convirtieron en mi terapia y mi compañía.
quizás y ya hasta me volví loca....
Loca por los hilos.
pieza que teji para el Libro de la Felicidad. (que te hace feliz?) |
Me encanta darme cuenta que no soy la única loca, hay bastante gente que tiene 12, menos o mas años viviendo de su pasión. Me encanta que esto se va conmigo hasta la tumba, que si algún día dejo de vivir de esto, seguirá a mi lado haciéndome feliz-
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